martes, 3 de mayo de 2016

Gatillazos: fantasías sexuales.


Pocos días atrás visité a una sospechosa habitual. Mientras me recibía y charlábamos un poco saludándonos, fui testigo indirecto de la fantasía de otra persona. Su compañera estaba en una habitación próxima con un cliente y se oía parte de la acción. Siento no ser muy descriptivo con lo que percibí, pero es por una cuestión de discreción. Entre lo que oí y lo poco que me explico mi amiga, me hice una composición aproximada de lo que ocurría. Y pasmado me quedé. Primero, por la originalidad de la fantasía, ya que daba una vuelta de tuerca a un clásico juego de roles. Segundo, por su complicada puesta en escena. Mi amiga me comentó que era un cliente habitual y que tardaba tres cuartos de hora solamente en la preparación de la fantasía. Repito que me quedé impresionado.

jueves, 10 de marzo de 2016

Gatillazos: La culpa fue del cha-cha-chá (y de La Maestra).


En la primera versión de este blog escribí un post sobre ella pero cómo muchos otros textos, se perdió en el ciber espacio. Fue la responsable directa de mi afición por el sexo de pago y la persona que abrió mi mente a múltiples prácticas sexuales. Privadamente al apodé La Maestra. ¿Fue ella la que me pervirtió? No, esa fue una primeriza novia, pero con La Maestra alcancé por primera vez cotas sexuales inimaginables para mí hasta entonces.

La razón de esta nueva entrada es que tras varios años alejada del mundillo, he visto que ha abierto una casa de nuevo.  Fiel a su discreción, apenas ha publicitado nada y poca información tengo, pero los recuerdos se comienzas a agolpar en mi cabeza.   

lunes, 18 de enero de 2016

Gatillazos: la delgada línea roja.



Uno de los habituales lamentos de los usuarios del sexo de pago, es la tarifa de los servicios contratados.  Siempre parece elevada. Obvio es, que tanto el que oferta cómo el que contrata el servicio, tienen pleno derecho a fijar y aceptar respectivamente  el precio que les parezca conveniente. La profesional  estima el montante a cobrar y el usuario lo paga en caso de haber acuerdo. Si no lo hay, cada uno por su lado y santas pascuas.

Si echamos la cuenta de la vieja, 100, 120,150 o 200 euros a la hora es una cantidad nada despreciable. A la hora de fijar dicho número, se tienen en cuenta muchos factores. Algunos pueden ser más o menos objetivos. Por ejemplo: la cantidad  de servicios a incluir, si se dispone de sitio o de si este corre por cuenta del cliente, etc. Otros son del todo subjetivos y forman parte del ámbito interno de la profesional. Aquí podríamos hablar de asumir ciertos riesgos. No sólo los relacionados con enfermedades o la integridad física, sino otros de índole diferente. Relacionados tanto con el entorno íntimo de la profesional o incluso con la exclusión social.

En el último tramo del año 2015 lo he presenciado, en la distancia, en dos ocasiones.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Gatillazos: su primera vez.

Olvidar la primera vez en el sexo de pago es difícil. Puede marcar o no, para bien o para mal, pero siempre se recuerda. Hoy hablaremos de la de ella.

Pongámonos en antecedentes. Ciudad pequeña en la que pasaba una temporada por trabajo. No conocía a nadie fuera del ámbito laboral y tras pasar varias noches de rutina aburrida encontré un piso a pocos minutos de mi hotel. Me gustó la chica que conocí y quise volver a verla. A mi regreso al piso tiempo después, me recibe una encargada ojerosa y envuelta en una nube de nicotina. Me dice que no está mi conocida pero que me presenta a las demás. Ella fue la segunda en entrar. Alta y estilizada. Morena de piel y cabello. Vestida con lencería roja y un gran collar de piedras azules. Se acercó mirándome a los ojos,  suavemente me cogió de ambas mejillas y me besó ligeramente los labios. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Quizá fue la sorpresa, que me conmovió su delicadeza o que me puso cachondo. Vaya usted a saber.

viernes, 6 de noviembre de 2015

"Pagando por ello: memorias de un putero" Chester Brown.


Chester Brown es un tipo valiente. Escribir una obra autobiográfica de forma honesta y transparente no es fácil. Caer en la auto indulgencia y distorsionar las cosas es una tentación muy fuerte. Además, si escribes sobre un tema polémico es más difícil todavía no hacerlo. Polémico porque a día de hoy todo lo relacionado con el sexo de pago tiende a ser invisible y cuando sale a la luz, no son más que tópicos manidos, desinformación y prejuicios.

Brown nos cuenta su relación con chicas de pago durante cuatro años, arrancando en 1999 hasta 2004. Desde la ruptura con su última novia hasta que encuentra a “Denise” y vuelve a la monogamia. De pago, pero monogamia. Además, la novela gráfica se  completa con un apéndice y unas notas, algo parecido a un ensayo. En ellas el autor reflexiona sobre los mil y un temas relacionados con el sexo de pago: matrimonio, monogamia, elección, violencia, esclavismo sexual, drogas, etc. Lo que le da un gran valor añadido, ya que desmonta muchos grandes prejuicios y abre un debate y una reflexión inteligente y con rigor. Aunque no estés involucrado en el tema, merece la pena reflexionar sobre él, su alcance es mayor de lo que sospechamos.

Topé con este cómic hace unos años, pero no me paré con detenimiento a ojearlo. Me dio la impresión de que serían unas crónicas gamberras y algo trasgresoras sobre el tema. Me equivoqué. Por completo. Brown disecciona su relación con estas chicas con inteligencia y sensibilidad. No hay erotismo, ni sensacionalismo. Se trata de su viaje interior y de su transformación.



Todo está relatado de una forma totalmente austera. El autor se retrata con un rostro inexpresivo, los escenarios son casi inexistentes, nunca se ve el rostro de las chicas o sus características físicas. La distribución de las viñetas es uniforme y el tiempo cronológico. Pero Brown lo narra tan magníficamente, que te encuentras imbuido en la historia y la percibes en toda su profundidad.

Por otra parte, cualquier usuario puede identificarse con las anécdotas que va narrando Brown. Desde su paranoia la primera vez que acude a una cita, lo que pasa al llegar a los pisos, el método de selección de las chicas, los foros (si, son más viejos de lo que parecen), las diferentes etapas por las que pasas (desde ver a muchas, a desconectarte, a ver solo a una, etc.). Y por supuesto las relaciones personales y conversaciones que se dan entre profesional y cliente. Salvaguardando en todo momento y de forma exquisita la identidad y los datos personales de las chicas.

En fin, que si además el prólogo es de Robert Crumb y se incluyen positivos comentarios de Allan Moore o Neil Gaiman, estamos ante un gran trabajo. Que además tiene un gran valor abordando un tema complejo que nuestra sociedad actual condena al oscurantismo.



jueves, 25 de junio de 2015

Gatillazos: Encuentros imprevistos.

A todos nos puede pasar. Y antes o después acaba sucediendo. Estás en el lugar más insospechado y de repente algo te llama la atención: una cara, unos ojos, una figura y allí está, aquella chica que conociste en una de tus aventuras. Si ambos estáis solos, no hay mayor problema. Un leve saludo o un simple “¿qué tal?” si hay algo de confianza y pista. Si alguno está acompañado, es una cuestión más delicada. Esta semana me he encontrado dos veces a la misma chica, en la misma zona y ella estaba acompañada de la misma persona. A todas luces su novio.

martes, 26 de mayo de 2015

Gatillazos: El Órgano Sexual.


Aquel día me pasó lo que describe el título de esta serie de entradas del blog. Si, tuve un gatillazo. No fue la primera vez y seguro que no será la última. En estos casos no me obsesiono, simplemente me echo unas risas  con la chica y pelillos a la mar. Normalmente cuando se relaja la cuestión un poco, todo vuele a su ser y podemos terminar lo empezado. Pero aquel día no fue así.

domingo, 24 de mayo de 2015

Gatillazos: El Extraño Caso De La Lumi Holandesa


Una de las pequeñas idiosincrasias que hacen este mundo atractivo y divertido es que es totalmente impredecible. Llamar a un anuncio de un periódico de una particular sin referencia alguna, es un poco más impredecible todavía. No recuerdo exactamente lo que decía, más o menos que era una chica holandesa (el dato más irrelevante para mí), con curvas y piel bronceada (ambos datos algo más relevantes). Casualmente me hallaba a escasos cinco minutos andando, así que sin pensármelo ni media me planté allí. La primera sorpresa fue la madame. Bueno, el madame. O lo que sea... Un travesti algo grandote con un aire a Pedro Almodóvar (pero menos velludo), que sujetaba un perrito blanco en brazos. Amablemente me hace pasar a una habitación pequeña mientras me comenta las condiciones y me pregunta por que anuncio vengo. Evidentemente se trata una casa de las de toda la vida, con varias chicas disponibles.

lunes, 18 de mayo de 2015

Gatillazos: Clientes, pautas de actuación.

Cuando comencé mi andadura por los intrincados senderos del sexo de pago me encontraba como un pulpo en un garaje. Comencé a frecuentarlos pasada la treintena y nunca me había relacionado con nadie que hablara de ello abiertamente, así que mi “cultura general” sobre el tema era nula. Por el contrario tenía arraigados en mi mente una serie de prejuicios y falsas percepciones, fruto de la influencia de la hipocresía social, que tardaron muy poco es desmoronarse. A efectos prácticos, que es en lo que nos vamos a centrar,  noté una total falta de conocimientos de cómo encarar un encuentro de esta índole. Hasta ese momento siempre había tenido relaciones con parejas y encuentros esporádicos que se basaban en la atracción mutua. Esto era muy distinto. Aquí hay una profesional y un cliente y el código cambia completamente.

domingo, 10 de mayo de 2015

Gatillazos: La Cornamenta Rusa.



De todos es sabido que las incursiones en el mundo del sexo de pago suelen traer sorpresas, buenas o malas, y que son una buena manera de romper con la rutina y el aburrimiento. En esta ocasión la cosa se complicó un poco. Quizá a algunos la situación le hubiera dado morbo pero en mi caso no fue así. Más bien, entró en la categoría de: “Cosas que sólo me pasan a mí”. Pero no nos adelantemos.