martes, 3 de mayo de 2016

Gatillazos: fantasías sexuales.


Pocos días atrás visité a una sospechosa habitual. Mientras me recibía y charlábamos un poco saludándonos, fui testigo indirecto de la fantasía de otra persona. Su compañera estaba en una habitación próxima con un cliente y se oía parte de la acción. Siento no ser muy descriptivo con lo que percibí, pero es por una cuestión de discreción. Entre lo que oí y lo poco que me explico mi amiga, me hice una composición aproximada de lo que ocurría. Y pasmado me quedé. Primero, por la originalidad de la fantasía, ya que daba una vuelta de tuerca a un clásico juego de roles. Segundo, por su complicada puesta en escena. Mi amiga me comentó que era un cliente habitual y que tardaba tres cuartos de hora solamente en la preparación de la fantasía. Repito que me quedé impresionado.