jueves, 10 de marzo de 2016

Gatillazos: La culpa fue del cha-cha-chá (y de La Maestra).


En la primera versión de este blog escribí un post sobre ella pero cómo muchos otros textos, se perdió en el ciber espacio. Fue la responsable directa de mi afición por el sexo de pago y la persona que abrió mi mente a múltiples prácticas sexuales. Privadamente al apodé La Maestra. ¿Fue ella la que me pervirtió? No, esa fue una primeriza novia, pero con La Maestra alcancé por primera vez cotas sexuales inimaginables para mí hasta entonces.

La razón de esta nueva entrada es que tras varios años alejada del mundillo, he visto que ha abierto una casa de nuevo.  Fiel a su discreción, apenas ha publicitado nada y poca información tengo, pero los recuerdos se comienzas a agolpar en mi cabeza.