jueves, 12 de noviembre de 2015

Gatillazos: su primera vez.

Olvidar la primera vez en el sexo de pago es difícil. Puede marcar o no, para bien o para mal, pero siempre se recuerda. Hoy hablaremos de la de ella.

Pongámonos en antecedentes. Ciudad pequeña en la que pasaba una temporada por trabajo. No conocía a nadie fuera del ámbito laboral y tras pasar varias noches de rutina aburrida encontré un piso a pocos minutos de mi hotel. Me gustó la chica que conocí y quise volver a verla. A mi regreso al piso tiempo después, me recibe una encargada ojerosa y envuelta en una nube de nicotina. Me dice que no está mi conocida pero que me presenta a las demás. Ella fue la segunda en entrar. Alta y estilizada. Morena de piel y cabello. Vestida con lencería roja y un gran collar de piedras azules. Se acercó mirándome a los ojos,  suavemente me cogió de ambas mejillas y me besó ligeramente los labios. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Quizá fue la sorpresa, que me conmovió su delicadeza o que me puso cachondo. Vaya usted a saber.

viernes, 6 de noviembre de 2015

"Pagando por ello: memorias de un putero" Chester Brown.


Chester Brown es un tipo valiente. Escribir una obra autobiográfica de forma honesta y transparente no es fácil. Caer en la auto indulgencia y distorsionar las cosas es una tentación muy fuerte. Además, si escribes sobre un tema polémico es más difícil todavía no hacerlo. Polémico porque a día de hoy todo lo relacionado con el sexo de pago tiende a ser invisible y cuando sale a la luz, no son más que tópicos manidos, desinformación y prejuicios.

Brown nos cuenta su relación con chicas de pago durante cuatro años, arrancando en 1999 hasta 2004. Desde la ruptura con su última novia hasta que encuentra a “Denise” y vuelve a la monogamia. De pago, pero monogamia. Además, la novela gráfica se  completa con un apéndice y unas notas, algo parecido a un ensayo. En ellas el autor reflexiona sobre los mil y un temas relacionados con el sexo de pago: matrimonio, monogamia, elección, violencia, esclavismo sexual, drogas, etc. Lo que le da un gran valor añadido, ya que desmonta muchos grandes prejuicios y abre un debate y una reflexión inteligente y con rigor. Aunque no estés involucrado en el tema, merece la pena reflexionar sobre él, su alcance es mayor de lo que sospechamos.

Topé con este cómic hace unos años, pero no me paré con detenimiento a ojearlo. Me dio la impresión de que serían unas crónicas gamberras y algo trasgresoras sobre el tema. Me equivoqué. Por completo. Brown disecciona su relación con estas chicas con inteligencia y sensibilidad. No hay erotismo, ni sensacionalismo. Se trata de su viaje interior y de su transformación.



Todo está relatado de una forma totalmente austera. El autor se retrata con un rostro inexpresivo, los escenarios son casi inexistentes, nunca se ve el rostro de las chicas o sus características físicas. La distribución de las viñetas es uniforme y el tiempo cronológico. Pero Brown lo narra tan magníficamente, que te encuentras imbuido en la historia y la percibes en toda su profundidad.

Por otra parte, cualquier usuario puede identificarse con las anécdotas que va narrando Brown. Desde su paranoia la primera vez que acude a una cita, lo que pasa al llegar a los pisos, el método de selección de las chicas, los foros (si, son más viejos de lo que parecen), las diferentes etapas por las que pasas (desde ver a muchas, a desconectarte, a ver solo a una, etc.). Y por supuesto las relaciones personales y conversaciones que se dan entre profesional y cliente. Salvaguardando en todo momento y de forma exquisita la identidad y los datos personales de las chicas.

En fin, que si además el prólogo es de Robert Crumb y se incluyen positivos comentarios de Allan Moore o Neil Gaiman, estamos ante un gran trabajo. Que además tiene un gran valor abordando un tema complejo que nuestra sociedad actual condena al oscurantismo.